El pasado día 6 de julio el diario cinco días publicó las proyecciones de hasta 4 escenarios realizadas por el banco de España para intentar extraer conclusiones sobre el impacto que la pandemia va a tener sobre la economía española.
El artículo, realizado por Juande Portillo, titulado “el banco de España proyecta un rebote del PIB de hasta el 19% en el tercer trimestre”, se realiza sobre los datos proyectados por el Banco de España.
El artículo resalta el resultado a coroto plazo, pero a mi entender, las proyecciones tienen mucho más relevancia si enfocamos a los años 2021 y 2022.

La verdad es que observando la proyección del PIB realizada tomando como base 100 el PIB del 4T2019 la conclusión es sencilla: Sin coronavirus esperaban llegar en diciembre de 2022 a un crecimiento en el bienio del 4,5% y con coronavirus proyectan 3 escenarios:
– en el escenario más optimista creceríamos el 0,5%
-en el escenario más pesimista llegaríamos a diciembre de 2022 con una pérdida del 5,3% (éste último escenario es el llamado escenario de riesgo).
Acostumbrado como estoy a proyectar continuamente escenarios, cuando miro estas proyecciones no puedo entender porqué todos los escenarios proyectan crecimiento (en mayor o menor medida) en todos los trimestres que quedan hasta terminar 2022.
O sea, plantean 4 escenarios basados en el potencial de crecimiento de la economía pero en ninguno de ellos proyectan hipótesis de lo posibles incidencias positivas o negativas que vayan a suceder en el periodo proyectado. Pues creo que entonces esas proyecciones valen para muy poco.
Por ejemplo, si en la proyección de los escenarios se contemplasen dos variables tan importantes como hipótesis sobre rebrotes o como las fechas en las que podremos o no contar con una vacuna que nos permita volver a convivir con normalidad, las proyecciones serían mucho más divergentes, pero mucho más concluyentes.
A más, creo que el impacto de la crisis actual no vendrá determinada tanto por el crecimiento del PIB como por parámetros de liquidez. Y será muy importante cómo consigamos que Europa vuelva a “rescatarnos”. Es muy fácil decir que los países del norte no nos ayudan, pero hemos tenido 10 años para rebajar la deuda pública y nuestros gobernantes han hecho muy poco por conseguirlo.
Por esto, y escribimos sobre ello en Enero de 2019, estamos en una débil situación para pedir nada… esperemos que se llegue a una solución razonable, y sobre todo esperemos aprender de lo que por segunda vez en una década parece que va a volver a ocurrir.