Mucho se está empezando a hablar de la llegada de una nueva crisis económica. Desde luego no seré yo quien juegue a prever el futuro, pero creo que nos se nos habla claro de lo que ocurre, por ejemplo, con la deuda pública.
Todos los datos expuestos salen de las estadísticas del banco de España, y se exponen en cifras por ciudadano, es decir, datos per cápita. Porque creo que así se entiende más fácilmente la realidad.
Hace ya 10 años que el mundo se sumía en una crisis global de la que no está muy claro como hemos salido.En aquellos años era común la visión de que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades.
Y debía ser cierto porque en el año 2.008 cada españolito tenía una deuda privada (empresas más hogares) de 49.361€ euros (205% del PIB), y actualmente tenemos una deuda privada de 34.342€ por barba (137% del PIB). O sea, que hemos adelgazado un 43,73% en una década… no está nada mal.
Puede que con menos deuda privada haya menos consumo y menos actividad, pero lo cierto es que la renta per cápita (ingresos medios por españolito) han pasado de 24.068€ en 2.008 a 25.067€ en 2.018, de forma que la media ingresa un 4,11% más que hace 10 años (sin incluir conceptos como la inflación que pueden complicar el discurso y que no influyen en lo que pretendo trasmitir).
Pero sin embargo nuestros responsables públicos, tanto los de rojo como los de azul, han seguido tirando de deuda, batiendo récords año tras año sin cortarse ni un pelo. Estoy seguro, o casi, de que si fueran ellos los que tuvieran que devolverla no se hubieran endeudado con tanta alegría. En 2.008 la deuda pública era de 9.511€ por persona, 39,5% del PIB y ahora cada uno debemos 25.129€ (100,25% del PIB).
La deuda pública ha crecido un 164,21% en una década. Esto ha ocasionado que, lo ahorrado por las empresas y las familias se lo haya comido el estado (o cualquiera de sus delegaciones, diputaciones, ayuntamientos y autonomías), de forma que la deuda total por españolito sea mayor que hace diez años: 59.471€ cuando en 2.008 era de 58.872€.

Está claro que con la crisis subió el paro, los costes sociales y bajaron los ingresos y está claro que hay gastos sociales que son inevitables y positivos para el mantenimiento del bienestar, pero también está claro que este país no ha cambiado en esta década el engranaje público: las administraciones y las empresas públicas no han adelgazado. Al final nadie le puso el cascabel al gato. De hecho, ya se están realizando oposiciones para puestos públicos de por vida con la misma alegría que hace diez años…
Para que nos demos cuenta de lo que esto supone, si los tipos de interés volvieran a ser mañana los del año 2.008 (Euribor 4,12%), los intereses subirían un 3,75%. Entonces de golpe y solo por el incremento de intereses tendríamos que pagar cada uno 2.230€. Si dividimos la renta per cápita en 12 pagas para asimilar los ingresos medios a una nómina mensual, la broma se comería algo más de una paga. Pero ellos prefieren pensar que los tipos de interés no subirán, y eso no depende de ellos y tampoco depende solo de Europa.
Me parece irresponsable que, con estos datos, este no sea un asunto prioritario, porque para cada uno en nuestra casa seguro que sí lo sería: muchas empresas y familias aprendimos esto hace 10 años.
Es cierto que países vecinos como Francia, Alemania o Italia, manejan porcentajes de deuda pública sobre el PIB similares a la española, incluso superiores. Pero Estados Unidos parece estar controlando ya la suya, y las potencias orientales tienen porcentajes sustancialmente inferiores. También aprendimos hace 10 años que estar igual de endeudado que el vecino no aseguraba absolutamente nada.
A mi entender necesitamos un presidente con visión a medio plazo que acometa reformas de gran calado en la administraciones públicas con el objetivo de minorar el gasto de forma sustancial y reducir esta deuda cuanto antes. Pero si no es hizo y no se hace…