Según distintas y recientes informaciones, el banco ING ha comunicado el pasado 24 de Abril a sus PYMES clientes de cuenta negocios y cuenta ahorro negocios que sus cuentas bancarias dejarán de ser operativas en unos meses.
El posicionamiento competitivo de este banco es bastante claro: pocas oficinas, pocos gastos generales, buen servicio online y ninguna comisión.
Mi empresa tiene una cuenta negocio en ING y estoy encantado con el servicio, con los nulos costes, con la calidad, y con el respeto que se tiene al cliente en el banco, sobre todo desde el punto de vista comercial. De hecho en varias ocasiones he recomendado el banco a clientes y proveedores.
Por tanto he recibido el mail el día 24. Un comunicado un poco farragoso en el que se expresaba la dificultad de una decisión estratégica de cerrar una línea de negocio, pero en la que no se daba ninguna explicación a tal decisión.
Así que como no me la han dado me he puesto a pensar en las posibles causas. Es fácil pensar que la razón sea la más común: el posicionamiento competitivo de ING en esta línea de negocio no es rentable. Si esto es así, creo que las razones pueden ser tres:

-1.- Que la actividad de las Pymes españolas en cuanta a movimientos en la cuenta y en cuanto a endeudamiento, sea inferior a la prevista. Esto no sería de extrañar después de lo aprendido en la pasada crisis, y en general de la disminución del endeudamiento empresarial español en la última década.
– 2.- Que los tipos de interés y los diferenciales sean tan bajos que las entidades financieras no ganen dinero prestando, siendo mayores los riesgos que los beneficios. Por tanto, los bancos ganan dinero a base de comisiones, seguros, y cuotas por todo tipo de servicios, pero no obtienen rentabilidad de su línea principal de negocio.
-3.- Que ING no haya conseguido la cuota de mercado prevista y necesaria para generar rentabilidad. Puede ser que las reticencias de las Pymes a la banca online sigan siendo altas, pero las ventajas competitivas son altas, luego seguramente este sería un problema resoluble a base de mejorar y de invertir en marketing.
Así pues, creo que las razones de la decisión de cerrar la línea de negocio con las pymes en España se debe principalmente a las dos primeras razones.
La pyme española actual es bastante estática, sobre todo en cuanto a endeudamiento se refiere. Lo analizamos en un post el pasado mes de diciembre titulado los bancos abren el grifo pero las empresas no beben ¿Qué pasa?
Pero más trascendentes son las consecuencias de la segunda de las razones: los bancos deben ganar dinero haciendo su negocio que es prestar dinero. Los bancos actuales parecen más agencias inmobiliarias o de seguros que oficinas bancarias, y están cobrando comisiones altísimas por servicios de muy bajo coste como, por ejemplo, el de cambiar moneda, porque necesitan rentabilizar con estas comisiones y servicios la pesada estructura que tienen.
Es una consecuencia de que los tipos de interés sean negativos y esto no va a cambiar a corto y medio plazo debido al altísimo endeudamiento público de los países occidentales. Una subida fuerte de tipos de interés provocaría de inmediato problemas de liquidez en las administraciones de países como el nuestro y eso los sistemas económicos no lo están permitiendo.
Y mientras, el endeudamiento público sigue creciendo, sin que nadie vea en ello un problema (al menos no es un problema del que se haya hablado en el reciente periodo electoral), por lo que la posibilidad de subir los tipos de interés se alarga más en el tiempo, lo que produce que las entidades financieras estén olvidando su línea principal de negocio y están absorbiendo otros.
Siendo esto así ING tenía que elegir entre cambiar su posicionamiento y empezar a cobrar comisiones por respirar, como está haciendo la banca tradicional, con el coste de imagen, y el posible desgaste en otras líneas, o cerrar la línea de Pymes y ha optado por lo segundo. Así visto parece razonable.