Ahora mismo estamos trabajando con dos empresarios con graves problemas en la gestión de sus recursos humanos. En uno de los casos se trata de un problema de alta rotación y en el otro se trata de problemas a la hora de elegir el perfil idóneo de profesional para que el proyecto pueda crecer.
Superada la gran crisis económica que generó en España unas cifras de paro bestiales, y cuando nuestros dirigentes apuntan a que para que el consumo se reactive las condiciones salariales y laborales deben mejorar, las empresas se encuentran en la disyuntiva de cómo plantearse esas mejoras, y sobre todo de cómo asegurarse a la vez seguir siendo competitivas.
Si las asociaciones empresariales y los sindicatos fuesen realmente representativos de los tejidos que dicen representar, ahora podrían realizar una importante labor a la hora de planificar y coordinar la forma de que todas las empresas avanzasen a la vez, pero como esto no es así en ninguno de los dos casos los Los empresarios tienen que avanzar y negociar con sus trabajadores, intentando mantener su competitividad, y a la vez intentando conseguir equipos de trabajo profesionales, que crezcan y hagan crecer a la empresa. Para ello son varias las claves que los empresarios deben tener claras:
- -Para que los equipos crezcan y maduren, los buenos profesionales deben estar motivados y los profesionales mediocres o problemáticos no deben mantenerse en los equipos, sobre todo porque estorban a los buenos profesionales. Los despidos justos y a tiempo forman parte de la buena gestión de los recursos humanos, a ayudan a que el líder gane peso específico.
- -Para que esos buenos profesionales estén motivados hay que estar muy atento a cuáles son esas motivaciones y atenderlas: crecimiento, formación, atención personal, apoyo, o remuneración. A menudo la remuneración consigue menos efectos que un oportuno reconocimiento o un cambio o aumento de responsabilidad que permita al profesional seguir aprendiendo. Esta atención y conocimiento de las personas que trabajan en tus equipos de trabajo es una de las claves del buen líder.
- -Los sistemas de remuneración deben ser transparentes, justos, simples y motivadores. La parte variable de la retribución debe depender del propio trabajador o su departamento y los rappels deben partir de objetivos realistas y no de quimeras incumplibles.
- -Los recursos humanos son una de las principales claves de tu empresa. Por ello debes darles la importancia debida. Un problema de un trabajador, de un equipo o de un departamento es un problema que se debe resolver y al que hay que dedicarle la atención necesaria. Las posiciones dominantes del jefe deben utilizarse en contadas ocasiones. Normalmente son mejores posiciones de negociador e incluso de mentor, y nunca es aconsejable el paternalismo, sobre todo porque dificulta la objetividad y la toma de decisiones en el futuro. Elegir cuándo tomar cada uno de estos roles, y sobre todo elegirlo desde criterios de oportunidad para el equipo y no desde el orgullo o la apetencia personal es otra de las facetas importantes del liderazgo.
- -El líder debe tener visión a medio y largo plazo tanto del sector, del posicionamiento competitivo de la empresa y del posible desarrollo de los profesionales dentro de la misma. Además, debe saber comunicar convenientemente esta información a sus trabajadores.
En definitiva, la buena gestión de los recursos humanos de una empresa es tan importante, que a menudo si el jefe de una empresa no tiene las cualidades o el conocimiento para poder desarrollarlo puede ser conveniente o que se prepare para ello o que delegue en alguien con las debidas competencias, si verdaderamente quiere contar con una empresa competitiva a medio y largo plazo y que sea capaz de incrementar constantemente el aporte de valor para sus clientes.