Cuando y cuántos dividendos repartir cuando una empresa está generando mucho beneficio es una decisión importante. De la misma manera, mantener un endeudamiento excesivamente alto o confundir lo que debe financiarse a corto o largo plazo puede estrangular la tesorería de la empresa. Por ello ser equilibrado en las estrategias de endeudamiento o descapitalización es trascendente.
Os planteo una serie de consejos para manejar estas decisiones con criterio:
- -Una vez al año, es muy recomendable comprar los resultados contables de los competidores directos para conocer la estructura de sus balances y su política de financiación. En webs como einforma o axesor podéis conseguirlos al momento a precios razonables.
- -Cuando una empresa está generando muchos beneficios, y no se tiene claro cómo utilizar los remanentes, es recomendable tanto minorar deuda, como repartir dividendos. Lo primero fortalece la estructura de la empresa y lo segundo permite a los socios rentabilizar su inversión y diversificar su patrimonio.
- -Cuando se decida diversificar, una de las decisiones prioritarias será si dicha diversificación debe o no realizarse en el ámbito de la misma sociedad o no. La decisión puede tener mucho que ver con el riesgo cíclico tanto de la nueva actividad como con el objeto social de la empresa.
- -Cuando una empresa frena su ritmo de ventas, o se atisban problemas de ciclo o de mercado, no es momento de repartir dividendos, aunque las cuentas del ejercicio anterior lo pudiesen recomendar. Hay que saber que todos los dividendos repartidos en los dos ejercicios anteriores a la presentación de un concurso de acreedores pueden tener que ser devueltos.
- -Cuando nuestra empresa está más endeudada que las empresas competidoras seremos menos competitivos porque tenemos que soportar mayores costes financieros. Esta situación puede ser peligrosa en ciclos de crisis y debe intentar corregirse.
- -Reinvertir todos los beneficios de una empresa en la expansión y crecimiento de la actividad durante un ciclo alcista puede ser un gran error, si la empresa no tiene la liquidez necesaria para soportar la deuda y los gastos durante ciclos de crisis.
- -Los modelos más clásicos de estrategia empresarial proponen siempre soluciones de máxima eficiencia en el uso de los recursos: mayor crecimiento posible, mayor endeudamiento posible… estas estrategias pueden ser peligrosas para el futuro de lo sociedad, sobre todo cuando no son coherentes con la forma de ser o de enfocar el negocio de los administradores de la sociedad.
- – No creas que siempre que el banco te facilite financiación, es recomendable aceptarla. En muchas ocasiones, y sobre todo en actividades que producen activos reales (el sector inmobiliario puede ser un ejemplo), los bancos no prestan la atención debida a la estructura financiera de la empresa, porque tienen cada operación debidamente garantizada.
- – Cuando la empresa tiene un nuevo proyecto prometedor, y precisa de recursos económicos para acometerlo, hay que analizar tanto las proyecciones de tesorería, como la estructura financiera de la sociedad, y ser objetivos con los recursos que la sociedad puede y debe detraer de su actividad actual para el nuevo proyecto. Si el nuevo proyecto no es financiable con esas cantidades y la financiación que el propio proyecto deba conseguir, lo aconsejable es separar el proyecto, de la empresa y buscar inversión en capital para acometerlo.