El objetivo de un departamento de recursos humanos es que la empresa tenga personas que asuman con eficiencia y responsabilidad todas las competencias esenciales, y que todas ellas estén debidamente coordinadas y trabajando en equipo. Esto, que no parece tan difícil, es posiblemente una de las facetas mas complicadas, precisamente porque hablamos de dirigir personas.
Conseguir este objetivo, casi siempre además, con la obligación de ser competitivo en costes es una tarea muy compleja que el departamento de recursos humanos, en coordinación con el director general, tienen que conseguir.
Decía Theodore Roosevelt que “El mejor ejecutivo es aquel que tiene suficiente sentido común para elegir buenos hombres para que hagan lo que él quiere que se haga, y el suficiente autocontrol como para no inmiscuirse mientras lo hacen.”
Me siento muy de acuerdo con esta definición porque creo que pueden dirigirse organizaciones de forma muy conveniente y eficiente sin tener grandes dotes de liderazgo, pero contando con unos criterios claros, mucho sentido común y sabiendo delegar en personas debidamente capacitadas.

Hay formas de definir el liderazgo mucho más inspiradoras, como también hay formas de liderar mucho más espectaculares, pero este enfoque puede valer para cualquier directivo que sepa lo que quiere, que sepa que las personas son el motor de toda empresa y que quiera asegurar un desarrollo conveniente de los recursos humanos en su empresa.
Las 5 claves para una buena gestión de los recursos humanos
1º.- Política de contrataciones: la empresa tienen que contar con personal cualificado para asumir las competencias esenciales. Además, es trascendente que el perfil de las personas contratadas sea coherente con la misión la visión y los valores definidos en el plan estratégico de la empresa.
2º.-Organización: es importante que el organigrama de la empresa sea también coherente con la misión y los objetivos de la empresa pero todavía lo es más que las funciones y responsabilidades estén claramente definidas. Cada persona debe saber cuáles son sus responsabilidades. Puede que las tareas queden menos definidas y que sean más o menos amplias en función de situaciones coyunturales, pero es esencial que las personas se sientan responsables de lo que les corresponde.
3º.- Transparencia: es importante que la política de retribuciones fijas y variables (incentivos, bonos…) no sea demasiado compleja y sea transmitida a todos los niveles. Las personas deben saber donde están situadas y donde pueden o no llegar.
De la misma forma, es importante que la empresa comunique sus planes estratégicos, sus objetivos y su posicionamiento competitivo de forma concisa y clara. A las personas les gusta sentirse parte del proyecto y para eso, tienen que conocerlo.
4º.- Desarrollo profesional: Debe existir un sistema sistematizado en el que los responsables de cada departamento y los de recursos humanos se sienten con cada trabajador, para comunicarse sobre el desarrollo profesional, la integración en el equipo de trabajo, la capacitación y las posibilidades de formación del profesional en cuestión. No es conveniente que este sistema sea demasiado complicado, pero sí es importante que estas reuniones se preparen convenientemente, y que en ellas se aseguren de que el trabajador ha entendido bien lo que quiere comunicar. También es trascendente que se escuche convenientemente las dudas, peticiones, opiniones o quejas del trabajador, y que se le conteste con esmero y claridad.
5º.- Justicia: El equipo de trabajo tiene que saber y poder comprobar que los responsables de la empresa trabajan por que haya una proyección profesional y salarial acorde con el desarrollo de las personas. Desde este enfoque la empresa debe buscar soluciones que faciliten el desarrollo profesional (política de ascensos), como también de despedir a las personas que no lleguen a desarrollar convenientemente sus responsabilidades o no sepan integrarse en los flujos de trabajo.
Una organización que consiga desarrollar de forma conveniente estas 5 claves, conseguirá contar con personas motivadas para cumplir con sus responsabilidades, y para integrarse en el grupo, lo que generará equipos de trabajo eficientes y participativos. Para ello, tanto los responsables del departamento de recursos humanos, como los responsables de la estrategia y la dirección de la empresa deben darle a los recursos humanos la máxima prioridad.